Segunda página del manuscrito del Himno Nacional Argentino, atribuido a Blas Parera.

El Himno Nacional Argentino. Su evolución durante el siglo XIX. Parte final

La siguiente es la última parte de una charla que dí el 3 de julio de 2016 en el Salón de Honor del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, Argentina, en el marco del festival «La música de la Independencia».

Pueden leer la primera parte acá,la segunda parte acá y la tercera parte acá.


Versión de Juan P. Esnaola

Es, sin embargo, la edición de Esnaola de 1860 la que reúne todos aquellos contenidos cruciales que, gracias a él, nos dio la oportunidad de conocer hoy nuestro Himno Nacional.

Es cierto que la edición de La Lira da luz hacia la forma de la melodía. Pero no es la única fuente: tanto fuera por tradición oral como por las partes que quedaron guardadas en numerosos archivos de bandas militares, es que cotejamos junto a la de La Lira la forma de la melodía. Los manuscritos de Parera, Molina y Ure nos acercan a la estructura del acompañamiento (junto, nuevamente, con las partituras de las bandas).

La edición de Esnaola, si se exceptúan algunos ritmos y giros melódicos, concuerda con la versión del manuscrito atribuido a Blas Parera y la edición de La Lira. Se observa que ha tenido en cuenta estas dos para escribir la suya, que supera a las otras por la realización armónica y el pianismo más moderno y sonoro.

Esnaola hace un trabajo magistral en tomar de ambas versiones aquellos detalles más sustancialmente importantes para el discurso musical, y es el único en tener en cuenta la prosodia del texto cantado al modificar la rítmica para acomodarlo. 

El primer manuscrito de esta edición data de entre 1847 y 1849 y se encuentra dentro de un conjunto de seis álbumes de canciones pertenecientes a Manuelita Rosas, actualmente preservado en el Museo Histórico Nacional. Es el manuscrito más cercano, en fecha, a la edición de La Lira de 1824.

Uno de los aspectos más interesantes de este manuscrito, además de modificaciones, tonalidades, y otros detalles puramente musicales, es que contiene el canto escrito para dos voces en vez de una sola. En su escritura pianística es más sencillo de tocar, pensando en su intérprete (Manuelita Rosas, que además cantaba).

La particularidad de la escritura a dos voces responde a dos supuestos, uno de ellos observado por Mariano Bosch, y otro por Williams:

  1. Cuando fue estrenado por Parera en 1813, lo que él denomina coro era, en realidad, un dúo de niños. Tal vez, los manuscritos que se conservan carecen de la parte de canto ya que, para la interpretación, las partituras se separaban para que cada intérprete tuviera su parte (como se hace hoy en día). (Bosch)
  2. Los intervalos utilizados entre las notas del piano en el manuscrito atribuido a Blas Parera son típicos intervalos de la escritura a dos voces, y posiblemente fueron reducidos a una voz al escribir la línea melódica en la versión de La Lira. Da a presumir, entonces, que la versión estrenada en 1813 fuera a dos voces. (Williams)

Orden de las versiones del s. XIX

  1. Manuscrito atribuido a Blas Parera (1812/13).
  2. Edición de La Lira (1824).
  3. Manuscrito de Molina.
  4. Transcripción de Monro para canto y piano.
  5. Transcripción de Messemaeckers para piano.
  6. Primero arreglo de Esnaola para Manuelita Rosas.
  7. Segundo arreglo de Esnaola, edición

Conclusiones

Observando solamente las versiones del siglo XIX, podemos notar claramente un profundo cambio o evolución del Himno Nacional Argentino.

Aceptando el manuscrito atribuido a Blas Parera por el simple peso histórico que contiene como primer manuscrito del Himno (sea de puño y letra del compositor o no), los manuscritos y ediciones subsiguientes, llegando hasta la de Esnaola de 1860, prueban ser un claro crecimiento que, a pesar de algunas variaciones y modificaciones sufridas durante el siglo XX, nos proveyeron ya a principios de este siglo con un canto patrio maduro, de una poética profunda y una base sustancial que se oficializaría recién en 1944.

La gran cantidad de modificaciones, tanto durante el siglo XIX como el XX (de música y letra), se deben a varias razones, pero considero como principal y fundamental la inexistencia de una versión confirmada y definitiva de parte del propio creador de ella. La ausencia de un manuscrito de autoría irrefutable, la existencia de otras fuentes, las diferencias entre ellas, la constante aparición de ediciones (algunas con modificaciones sustanciales, otras no tanto) tanto en el país como en el exterior, la emigración del compositor pocos años luego de compuesto el Himno, son algunas de las razones que generaron tal cantidad de variantes. Además, la importancia que un canto patrio tenía para la sociedad generaba un amplio interés en producir una versión realmente definitiva y oficial, como la de tantos otros países. Dicho interés continuó durante el siglo XX.

Dejando de lado la modificación de la letra en el año 1900 (que marcó un punto final al texto autorizado del canto), en el año 1924 el Presidente Marcelo T. de Alvear forma una comisión integrada por los compositores Floro Ugarte, Carlos López Buchardo y José André, con el objetivo de preparar una versión musical definitiva del Himno Nacional Argentino. Durante dos años la comisión investigó las fuentes disponibles y declaró como «fuente completa y genuina» al manuscrito atribuido a Parera, donado unos años antes por las hijas de Miguel de Luca. Lo curioso es que dicha versión resultante, supuestamente basada en el manuscrito «original», generó un gran aluvión de críticas y una recepción profundamente desfavorable tras su estreno en el Teatro Colón el 25 de Mayo de 1927. Inclusive, durante las marchas por los festejos del 9 de Julio no era extraño observar pancartas en contra de esta nueva versión.

Queda entonces en suspenso la modificación y dos años más tarde, por decreto, se oficializa una nueva versión confeccionada por una nueva comisión. 

Finalmente, la versión declarada como oficial, por decreto, en 1944, es la de Juan P. Esnaola de 1860.


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Bibliografía

BOSCH, Mariano G., «El Himno Nacional», Buenos Aires: 1938.

CARRASCO, Gabriel, «El Himno Nacional Argentino», Peuser, Buenos Aires: 1894.

DELLEPIANE, Antonio, «El Himno Nacional. Estudio histórico-crítico», Imp. M. Rodriguez Giles, Buenos Aires: 1927.

MONSERRAT, Gabriel, «El Poema del Himno Nacional Argentino», Librería del Colegio, Buenos Aires: 1932.

PICCIRILLI, Ricardo, «Símbolos», Talleres Gráficos Argentinos, Buenos Aires: 1930.

VEGA, Carlos, «El Himno Nacional Argentino», EUDEBA, Buenos Aires: 1962.

WILLIAMS, Alberto, «Himno Nacional Argentino. Cotejo de las cuatro versiones», Garrot, Tasso & Vita, Buenos Aires: 1938.