Primera página del manuscrito del Himno Nacional Argentino, atribuido a Blas Parera.

El Himno Nacional Argentino. Su evolución durante el siglo XIX. Primera parte

La siguiente es la primera parte de una charla que dí el 3 de julio de 2016 en el Salón de Honor del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, Argentina, en el marco del festival «La música de la Independencia».


Introducción

El foco de nuestra charla se basa en la evolución del Himno Nacional Argentino (también conocido como «Himno a la Patria», «Canción Patriótica Nacional», «Canción Patriótica» o «Marcha Patriótica») a través de cuatro versiones originadas durante el siglo XIX y principios del XX, desde la resultante de los manuscritos facsimilares atribuidos a Blas Parera de 1812/13, pasando por la de La Lira Argentina de 1824, la de Juan P. de Esnaola de 1860, hasta llegar a la de Alberto Williams de 1938. Esta última es incluida en el marco de esta charla debido a que dicha versión fue arreglada basándose en las 3 versiones del siglo XIX1, dejando de lado la reforma instaurada por el decreto del 19 de Mayo de 1927 del Presidente Marcelo T. de Alvear.

Durante el año 2014, y como parte de mi trabajo en el Instituto de Investigación en Etnomusicología, realicé la recuperación y edición crítica del manuscrito atribuido a Blas Parera de 1812/13, en pos de publicar una versión editada y restaurada para su interpretación de acuerdo a los cánones de la época en que dicha partitura fue escrita. [En este momento de la charla el Mtro. Javier Mas interpretó al piano la versión del Himno mencionada].

Manuscrito
Primera página del manuscrito atribuido a Blas Parera, sobre el cual se basó la edición crítica realizada por mí –mencionada en estas páginas–.

Versión de Blas Parera

Dejando de lado las dudas puramente biográficas sobre Blas Parera2, sabemos que el 4 de Agosto de 1812 se presenta ante el Cabildo la primera versión de letra y música del himno escrita por Vicente López y Planes y Blas Parera, siendo elegido como canción patriótica por sobre otros presentados por ser el único en tener música3.

En Noviembre de ese mismo año se presenta frente al Poder Ejecutivo4 el Himno cantado por un coro de niños y ejecutado por una orquesta de violines, violas, flautas, fagotes, cornos (trompas), «bajo» y contrabajo, tras un arreglo del propio Blas Parera para ese orgánico.

Es este himno el aceptado como «Himno Nacional» y sancionado como «única canción de las Provincias Unidas» en la sesión del 11 de Mayo de 1813 de la Asamblea General Constituyente, publicado el 14 de Mayo de ese mismo año en la «Gaceta Ministerial del Gobierno de Buenos Aires» bajo el nombre de «Marcha Patriótica».

Sobre la letra

La Asamblea General Constituyente del año 1813 ordena, con fecha del 6 de marzo, escribir la letra de una «marcha de la patria», que el año anterior había sugerido el Primer Triunvirato en un oficio al Cabildo de Buenos Aires, para ofrecer al pueblo un canto nacional de mayor importancia que el que se entonaba hasta el momento. El 11 de Mayo de 1813 Vicente Lopez y Planes (político y poeta argentino, 1784-1856) presenta ante la AGC un himno escrito en 18 cuartetas, intercalado cada dos cuartetas por un coro o estribillo («Sean eternos los laureles, que supimos conseguir…»).

Dijo Marcelino Menéndez y Pelayo en su «Historia de la poesía hispano-americana»:

Este himno es el mejor de los cantados en América durante el período revolucionario, lo cual no quiere decir que sea una obra maestra, ni mucho menos. Desde luego, comienza con un verso que no lo es, si se pronuncia como es debido:

‘Oid mortales, el grito sagrado…’

Y hay otros varios también mal acentuados, cosa doblemente grave en una composición destinada al canto. Pero en conjunto, esta ‘marcha guerrera’ tiene viveza e ímpetu bélico. Se ve que el autor quiso imitar el canto de guerra que Jovellanos había compuesto para Asturias en 1811

Citado en WILLIAMS, A., 1938: 17

Este canto nacional había sido propuesto, principalmente, para ser cantado al principio de las funciones teatrales, debiendo el público entonarlo de pie y descubierto, así como en escuelas al finalizar las clases.

Las cuatro versiones de la música a las que haremos mención fueron escritas con la introducción instrumental, el acompañamiento lento de dos cuartetas, y el acompañamiento rápido del coro, debiéndose repetir con cada par de cuartetas y coro cada acompañamiento.

La letra original era marcadamente independista y antiespañola. Recordemos que estamos hablando de 3 años antes de la Declaración de la Independencia de 1816, cuyo bicentenario celebramos este año [2016]. Hacia fines de 1813 la Asamblea solicita algunas modificaciones sobre la letra del himno para despojarla levemente de ciertas alusiones combativas contra la corona española, en clara respuesta a un pedido del embajador británico en Buenos Aires, Lord Strangford, quien observa cierto peligro diplomático ante «una prematura declaración de independencia». Cabe destacar que por esos años, España era aliada de Inglaterra en las guerras napoleónicas y su pedido se alineaba no sólo con el rechazo inglés de la independencia de las colonias, sino también con el resguardo de su alianza bélica en Europa.

Más de 80 años después, en el año 1900, el presidente Julio Argentino Roca firma un decreto (en acuerdo con los ministros Luis María Campos, Emilio Civit, Martín Rivadavia, Felipe Yofre, José María Rosa y Martín García Merou) donde dispone:

Sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempos de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, la que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el presidente de la República, en acuerdo de ministros, decreta:

Artículo 1º. En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y el coro de la Canción Nacional sancionada por la Asamblea General el 11 de Mayo de 1813.


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Notas

  1. Trabajo publicado por Alberto Williams bajo el título «Himno Nacional Argentino. Cotejo de las cuatro versiones», Garrot, Tasso & Vita, Buenos Aires: 1938; original digitalizado perteneciente al fondo Carlos Olivares (1890-1972), quien fue discípulo de Williams, disponible en el Archivo del Instituto de Investigación en Etnomusicología de la Dirección General de Enseñanza Artística.
  2. Tanto De Rubertis como Williams y otros musicólogos que escribieron sobre el compositor (ver bibliografía adjunta) ponen en tela de juicio el origen del nombre de Blas Parera: los documentos referentes al Himno Nacional Argentino presentes en el Archivo General de la Nación muestran claramente en la firma de puño y letra del compositor, el nombre «Blas Parera», aunque en el Archivo de la Curia de Buenos Aires, legajo 113, número 171, año 1809, su partida de casamiento con Facunda del Rey en la Iglesia San Nicolás de Bari, el compositor haya firmado como «Blas Perera Morat»
  3. WILLIAMS, A., 1938: 8
  4. Conformado por el 2do Triunvirato instalado el 8 de Octubre de 1812 y formado por Antonio Álvarez Jonte, Juan José Paso y Nicolás Rodríguez Peña

Bibliografía

BOSCH, Mariano G., «El Himno Nacional», Buenos Aires: 1938.

CARRASCO, Gabriel, «El Himno Nacional Argentino», Peuser, Buenos Aires: 1894.

DELLEPIANE, Antonio, «El Himno Nacional. Estudio histórico-crítico», Imp. M. Rodriguez Giles, Buenos Aires: 1927.

MONSERRAT, Gabriel, «El Poema del Himno Nacional Argentino», Librería del Colegio, Buenos Aires: 1932.

PICCIRILLI, Ricardo, «Símbolos», Talleres Gráficos Argentinos, Buenos Aires: 1930.

VEGA, Carlos, «El Himno Nacional Argentino», EUDEBA, Buenos Aires: 1962.

WILLIAMS, Alberto, «Himno Nacional Argentino. Cotejo de las cuatro versiones», Garrot, Tasso & Vita, Buenos Aires: 1938.