Tim Finn - Escapade

Tim Finn – Escapade

Tim Finn - Escapade
Tapa del disco Escapade, de Tim Finn (1983)

Llegando al número 34 (incluyendo éste) de El Disco de la Semana decidí inaugurar una sub-serie donde haga breves reseñas de dos o tres discos consecutivos de un artista, pero desde la perspectiva de la revisión. Es decir, discos que ya escuché alguna vez pero que la buena distancia me propone casi como novedosos, con la especial atención sobre la consecutividad en el proceso creativo del artista.

Este tweet, que publiqué en una de mis cuentas, me suscitó un intercambio bastante fluido con fanáticos del mismo músico y me dio la idea de que, quizás, Tim Finn podría ser una buena excusa para hacer esta sub-serie:

Escapade (1983) –el disco anterior a The Big Canoe mencionado en el tweet– es sin dudas un disco disruptivo en cuanto al enfoque de Tim. Trabajó sobre él en un descanso entre Time And Tide (1982) y Conflicting Emotions (1983) de Split Enz, donde pretendió explorar un lenguaje absolutamente opuesto al que moldeó cuidadosamente durante más de 10 años.

Así, su primer disco solista (co-producido junto a Ricky Fataar y Mark Moffatt) se ubica en las antípodas del género más disruptivo que la banda ofreció durante toda su carrera y se muestra como un dignísimo intento de abrirse a un sonido más pulido, sencillo, liviano, y estructuralmente simple.

A la distancia, hoy ya 38 años después, puede decirse que es en su ligereza espiritual y desinterés disruptivo donde Escapade se presenta como innovador. Quizás no para un pop internacional que se construyó con estas mismas facetas una y otra vez a lo largo de esa y la década siguiente, sino tal vez desde la perspectiva de lo puramente localista (no por nada fue número 1 en Nueva Zelanda y 2 en Australia) que, para 1983, no estaba acostumbrada a contar con un talento local que tuviera la sapiencia para construir pequeños mundillos pop tan finamente detallados.

Dentro de la trilogía Escapade, Big Canoe y Tim Finn que abre la carrera solista del músico neozelandés, me encontré con que este primer álbum es el más rechazado por los fans. Y desde el punto de vista de sensibilidad pop y apuesta por intentar algo distinto creo que debería ser todo lo contrario.

Por momentos puede sonar naif, repetitivo, burdo, absurdo o simplón, pero es justamente esa transgresión –accedo así a definir como transgresor algo que es todos esos adjetivos– lo que lo posiciona a la par de los grandes creadores e impulsores del género pop, en sus más amplios términos, de la década de 1980. Es además, y sorprendentemente (para mi), un disco que en su revisión se ubica en el lugar de un disfrute mayor y una calidad percibida superlativa a la de sus primeras escuchas: Fraction Too Much Friction con su síncopa caribeña, Made My Day y Staring at the Embers como balada pop rock pura y dura, Not For Nothing y In a Minor Key como contraposición de la misma balada pop pero más sencilla y hasta “de novela”, las reminiscencias splitenzeras en Grand Adventure y Growing Pains, en conjunto con uno de los cierres de álbum más redondos de gran parte de las producciones musicales de la década en Through the Years, hacen de Escapade (que durante años se lo bastardeó –además– por ser un conjunto de outtakes de canciones que Tim nunca pudo grabar con los Enz) uno de los discos más impresionantes de la primera mitad de la década de 1980, el mejor de esta trilogía seleccionada y, sin dudas, uno de los mejores de la producción solista de Tim Finn, distinto a todo y por eso, valioso en sí mismo. Contemporáneamente fue importante (y su éxito local, aunque no internacional, lo demuestra) pero casi 40 años después es plenamente fundacional.


[Lamentablemente este disco no está disponible para escuchar desde la Argentina en Spotify, ni en TIDAL ni en Apple Music ni en YouTube Music. Sin embargo, en este link se puede escuchar online (o bien contactarme en alguna de mis redes sociales y puedo compartirlo)]