14 - Harry Connick, Jr. - Alone With My Faith

Harry Connick, Jr. – Alone With My Faith

14 - Harry Connick, Jr. - Alone With My Faith
Tapa de Alone With My Faith, de Harry Connick, Jr.

El artista

Harry Connick, Jr., nació y se crió en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos. Su madre, Anita Frances Livingston, fue abogada y jueza en esa ciudad. Su padre, Harry Connick, fue fiscal de distrito de la ciudad entre 1973 y 2003. Ambos también eran dueños de una tienda de discos.

Sus talentos musicales salieron a la luz cuando empezó a estudiar teclados a los tres años, a tocar en público a los cinco y a grabar con una banda de jazz local a los diez. A los nueve, interpretó el Concierto para piano no. 3 en do menor, op. 37, de Ludwig van Beethoven con la Orquesta Sinfónica de Nueva Orleans, y unos años más tarde grabó la canción I’m Just Wild About Harry (escrita en 1921 para el musical Shuffle Along por Nible Sissle –letra– y Eubie Blake –música–) para el documental japonés Jazz Around the World, a dúo con el propio Blake en el Royal Orleans Esplanade Lounge de Nueva Orleans. 

Su talento musical se desarrolló en el New Orleans Center for Creative Arts y bajo la tutela particular de Ellis Marsalis, Jr. y James Booker. Tras un intento fallido de estudiar jazz académicamente, y habiendo dado recitales en los programas de piano clásico y jazz en la Universidad de Loyola, Connick se mudó al 92nd Street YMHA (el centro cultural, habitacional y de las artes del Young Men’s Hebrew Association, la agrupación judía análoga al YMCA) en la ciudad de Nueva York para estudiar en el Hunter College y la Manhattan School of Music. Allí conoció al ejecutivo de Columbia Records, el Dr. George Butler, quien lo convenció de firmar contrato. Su primer disco, Harry Connick, Jr. (1987), fue un álbum principalmente instrumental de estándares de jazz. Adquirió buena reputación en el ambiente debido a presentaciones regulares en lugares de alto perfil de Nueva York. Su siguiente álbum, 20 (1988), contó con su voz e hizo crecer aún más esta reputación.

Ya conocido dentro de los círculos del jazz, Harry Connick, Jr. entró en la conciencia estadounidense con la banda sonora de la película When Harry Met Sally (1989). El director Rob Reiner le había pedido a Connick que compusiera la banda sonora, y éste grabó varios estándares (It Had to Be You, Let’s Call the Whole Thing Off, Don’t Get Around Much Anymore) acompañado por una big band. Siguió una gira mundial, y When Harry Met Sally finalmente alcanzó la certificación de doble platino (certificación más elevada de la Recording Industry Association of America –RIAA– otorgada a todo simple o disco que excede los dos millones de unidades vendidas). 

Ya considerado una celebridad, Harry Connick, Jr. se dedicó a la carrera de actor, siendo su primer rol interpretando a un artillero de cola en Memphis Belle de 1990 (dirigida por Michael Caton-Jones). Ese mismo año lanzó dos álbumes simultáneamente: el primero, We Are in Love, fue otro conjunto de estándares similares a los que aparecieron en When Harry Met Sally, mientras que Lofty’s Roach Soufflé (grabado con un trío) fue totalmente instrumental (el primero funcionó mucho mejor en las listas de éxitos pop, alcanzando el doble platino, mientras que el segundo funcionó mejor con el público de jazz). 

Connick volvió a realizar una gira, esta vez con una big band, y grabó al grupo en Blue Light, Red Light (1991). Aunque su fama disminuyó ligeramente a mediados de los 90, los álbumes de Connick continuaron alcanzando el estado de platino, incluidos 25 (1992), un álbum de Navidad de 1993 y She de 1994, su primer disco funk. Connick continuó su trabajo como actor protagonizando Copycat en 1995 (dirigida por Jon Amiel). En 1996 tuvo un breve papel en el éxito de taquilla del año, Independence Day (de Roland Emmerich) pero su álbum Star Turtle (1996) no logró conectar con el público pop. 

En 1997 lanzó To See You, disco de canciones de amor originales, el cual presentó en una gira por los Estados Unidos junto a una orquesta sinfónica. Ese mismo año, actuó en Excess Baggage junto a Alicia Silverstone y Benicio del Toro. Come by Me (1999), un regreso a los sonidos de las grandes bandas, sería su último álbum de la década.

Durante los años dos mil, Connick escribió la música y letras del musical de Broadway de Susan Stroman Thou Shalt Not, basado en la novela Thérèse Raquin de Émile Zola, en 2000, estrenado en 2001, obteniendo una nominación a los premios Tony. En octubre de 2001 lanzó nuevamente dos álbumes: Songs I Heard, con versiones big band de temas de espectáculos infantiles, y 30, con Connick al piano y participaciones especiales de varios otros artistas musicales. Songs I Heard le valió a Connick su tercer Grammy, esta vez al Mejor álbum vocal de pop tradicional (siendo los dos primeros los premios a Mejor álbum jazzístico vocal por When Harry Met Sally y We Are In Love), realizando una gira interpretando canciones del álbum, con shows matinales en los que cada padre tenía que estar acompañado por un niño.

En lo actoral, entre 2002 y 2006 Connick apareció como el novio de Grace Adler (y más tarde esposo) Leo Markus en la comedia Will & Grace.

En julio de 2003, Connick lanzó su primer álbum instrumental en quince años, Other Hours: Connick on Piano Volume 1. Fue lanzado en el nuevo sello Marsalis Music de Branford Marsalis y dio lugar a una breve gira por clubes nocturnos y pequeños teatros. En octubre de ese año lanzó su segundo álbum de Navidad, Harry for the Holidays, que se convirtió en oro y alcanzó el puesto número 12 en la lista Billboard 200. Only You, su decimoséptimo álbum para Columbia Records, fue lanzado en febrero de 2004. Una colección de baladas de las décadas de 1950 y 1960, Only You, se ubicó entre los diez primeros tanto en América como Europa y obtuvo la certificación de oro en los Estados Unidos, mientras que Harry for the Holidays fue certificado platino en noviembre de 2004.

Un especial animado de vacaciones, The Happy Elf, se emitió en NBC en diciembre de 2005, con Connick como compositor, narrador y uno de los productores ejecutivos. Ese mismo año grabó otro álbum para Marsalis Music, Occasion: Connick on Piano, Volume 2, disco a dúo entre Harry Connick, Jr. al piano y Branford Marsalis al saxofón, show editado en DVD más tarde.

Los últimos años de la década de 2000 incluyeron la publicación de Harry on Broadway, Act I (2006), Oh, My NOLA (2007), Chanson du Vieux Carré: Connick on Piano, Volume 3 (2007), What a Night! A Christmas Album (su tercer disco navideño, 2008) y Your Songs (2009).

Sus participaciones en la pantalla incluyeron Law & Order: Special Victims Unit, juez durante las temporadas 12 y 13 de American Idol (ya había participado como mentor en la temporada 9) y Angels Sing.

Sus discos a la fecha incluyen el en vivo In Concert on Broadway (2011), Music from The Happy Elf: Connick on Piano, Volume 4 (2011), Smokey Mary (2013), Every Man Should Know (2013), That Would Be Me (2015), True Love: A Celebration of Cole Porter (donde repasa el songbook del compositor estadounidense, 2019) y Alone With My Faith (2021).

El disco

Alone With My Faith fue lanzado el 19 de marzo de 2021 a través de los sellos Verve (de Universal Music Group) y Capitol CMG en CD y digital.

Es el primer disco de Harry Connick, Jr. en figurar en las lista Billboard de Álbumes Cristianos, debutando dentro del top 5 gracias a vender más de 3000 copias la semana de lanzamiento.

Según el propio Connick, Jr.:

Quería grabar un álbum que describiera todos mis sentimientos durante el encierro. Mi fé [católica] fue una parte muy importante para lograr que saliera adelante.

Lo que quería más que nada era que la música resonara con todos [creyentes o no], ya que todos estábamos pasando por una experiencia compartida. No puedo comenzar a explicar lo feliz y honrado que estoy de tener el debut de Alone With My Faith entre los cinco primeros en la lista de los mejores álbumes cristianos [de Billboard].

Connick compuso gran parte de las canciones y escribió los arreglos de todas, tocó todos los instrumentos y cantó todas las partes. Tanto la portada del álbum como el primer video Amazing Grace fueron concebidos y dirigidos por la hija de Harry, Georgia Connick.

El proceso de grabación del álbum, de acuerdo a las palabras de Harry Connick, Jr. incluídas en las notas que acompañan al disco, se hizo de la siguiente manera:

Acomodé los micrófonos e hice todo el tracking inicial.

Usé Logic para grabar y editar. Cuando tocaba un instrumento inamovible, como la batería o el órgano, usaba Logic Remote, con mi iPad como controlador. Canté todas las voces principales y coros, y toqué cada uno de los instrumentos. Además de todos los instrumentos acústicos, utilicé muchos instrumentos eléctricos: bajos, guitarras, sintetizadores, etc. Sin embargo, no hay ‘sintetizadores suaves’ [es decir, sintetizadores emulados por computadora] en esta grabación; todos los sintetizadores, teclados y órganos son reales. Después de hacer todas las ediciones y consolidar todas las pistas, le envié los archivos a mi buen amigo, Tracey Freeman, para que los mezclara. Un par de semanas después, alquilé una casa rodante y conduje hasta Nueva Orleans para terminar el proceso de mezcla con él en el estudio de su casa.

El disco incluye temas compuestos por Harry, tradicionales, por Gloria y Bill Gaither, Robert Dufford, John Newton, George Bennard, Stuart Hine y hasta un Panis Angelicus con la letra litúrgica de Santo Tomás de Aquino.

Además de Harry Connick, Jr. y Tracey Freeman, la técnica incluyó la asistencia de Vlado Meller en mastering y Andrew Fisher y Jeremy Lubsey en asistencia técnica, con la producción general del propio Connick, Jr. y Ann Marie Wilkins. El diseño y fotografía de tapa estuvo a cargo de Georgia Connick.

La música

[Decidí –e intenté– que esta reseña va a ser corta. No por culpa de Alone With My Faith, sino, quizás, gracias a mi impresión de él. Ya que El Disco de la Semana es un ejercicio, me puedo tomar la libertad de experimentar dentro de él. Esa era, en sí, la razón principal y ulterior de hacerlo: la experimentación.]

No esperaba encontrarme con lo que me encontré cuando le dí play a Alone With My Faith, aunque está todo ahí en el título: un disco grabado solo, cuya temática es la fé… 

Harry Connick, Jr. me parece un excelente músico. Es un pianista notable con buen gusto y una habilidad muy envidiable. When Harry Met Sally, Lofty’s Roach Soufflé, We Are In Love y Other Hours son los cuatro más notables de su discografía y los que más disfruto, y pensaba que ahí quedaba lo más representativo de su eclecticismo y capacidad camaleónica de ungirse en un género hasta hacerlo propio.

Pero no. Fue necesaria una pandemia y un confinamiento para que, una vez más, el músico probara abrirse nuevos caminos que, evidentemente, han resultado ser favorables y bien transitados, por lo menos en lo que respecta a las críticas.

A pesar de que las temáticas insistentes son abordadas hasta el cansancio desde cuanta arista y veta musical sea posible, taladrando desde la predicación antigua y moderna un conjunto de amores y afectos que abandoné temprano en mi adolescencia, hay ciertos puntos a favor del trabajo unipersonal de Connick, Jr. en Alone With My Faith. No es un calce tan fácil de digerir como sus riesgos pasados, pero Connick logra algunos momentos trascendentes, gracias en gran parte a su virtuosismo omnipresente, tocando todos los instrumentos en cada pista, todos reales sin caer en la tentación del virtualismo y la virtualidad que tanto nos ahoga en la cotidianidad.

Uno podría esperar que un álbum que Connick grabó aislado por culpa de la pandemia sería un asunto íntimo, acotado, con poco más que su voz y un piano, pero en Alone With My Faith demuestra ser una banda de un solo hombre, bastante autosuficiente, tocando teclados, metales, guitarras varias, bajo eléctrico, percusión, voz principal y coros.

Y con respecto a estos últimos, a pesar de estar bien escritos y trabajados, terminan sonando descolocados en el sentir general del álbum, por ubicarse ajenos a lo que uno esperaría de un disco de tintes generales más familiares con el soul, el R&B vintage o hasta el pop-funk inspirado en Stevie Wonder y que supo mostrar en discos como Star Turtle de 1996 y That Would Be Me de 2015. Son más cercanos a las exploraciones más modernas y brillantes de Jacob Collier cuando explota los beneficios de la tecnología contemporánea para mostrar sus dotes de la composición a capella que a cualquier género que haya probado o intente probar, sonando como una amalgama de alguien que intenta algo nuevo sin realmente saber dónde ubicarlo.

La idea general de Alone With My Faith como álbum confesionario e intimista es, en los papeles de la idea, comprensible y hasta cierto punto resignatorio, tolerable. Ahí debería abundar una faceta de su repertorio que debería sentirse alegre y exuberante, cualidades notables en el músico. Pero lamentablemente resulta fingido, no encontrando esa honestidad del género replicado y dando como producto final una recopilación de intentos inocuos, a veces vacíos y sin fuerza.

Hay versatilidad y un sentido de «crisol de géneros y objetos» en el álbum, desde la drum machine de la década de 1980 en el primer track –y en otros– (que, nota aparte, se hace excesivamente largo en sus casi 6 minutos de, realmente, no decir nada) hasta los sintetizadores analógicos de Thank You For Waiting (For Me). Esto muestra que gran parte de los géneros clásicos (R&B, soul, funk, pop, gospel) que impregnan gran parte del álbum claramente tiene un lugar en su corazón, y aunque intenta ubicarlos en lo más profundo de uno como oyente, no logra hacerlo. Y de esto, como ejemplo, hay más: That Old Rugged Cross y Old Time Religion con sus órganos y guitarras de pregón gospel antiguo que evoca lo más crudo del estilo de Ray Charles, o la insistencia de cubrir cuanto género religioso (principalmente cristiano) se distribuyó entre los feligreses a través de la música con un paupérrimo intento de producir una versión de un Panis Angelicus que vaya a saber uno si realmente está cantando lo que debería cantar…

Alone With My Faith no es un disco malo. Es inocuo y absolutamente contrario a la representatividad de la capacidad y proeza musical de Connick, Jr. Está bien grabado (en su mayoría) y es aplaudible esa capacidad de tocar todo y todo tocarlo bien (como buen hombre del renacimiento que ha demostrado ser en el pasado). Si no conocen nada de él, empiecen por otro lado. Sin embargo, si son fervorosos/as creyentes, o quieren ver qué logro Harry Connick, Jr. durante el 2021, adelante.